Bueno, ella no fue por nada. Por lo demás, estas chicas van a lugares turísticos solas o con amigas, bueno, para encontrar una variante de echar un polvo - una vez o durante mucho tiempo, pero a veces vienen sin nada. Y esta tuvo suerte - no sólo echó un polvo, sino también con dos negros con pollas enormes. ¡Eso es lo que envidiarían todas sus amigas cuando esta rubia contara su viaje!
Qué fotógrafo más descarado, el puto paparazzi. Entró por el balcón y casi le mete la lente en el culo a la chica. Y ella está tumbada pensando: "¿Por qué no habla mi marido? Tal vez sea una broma. Y el marido piensa lo mismo de ella, y empieza a meterle el culo aún más fuerte. Y así es como tienen a la pareja en un rollo. ¡Mierda, deberíamos cerrar las cortinas!